lunes, 29 de octubre de 2018

Hasta siempre.

Después de considerarlo mil veces y resistirme al cambio, decidí dejar en stand by éste blog. No voy a dejar de escribir, simplemente me llevo mis escritos a otra plataforma. Para los que no sabían, por insistencia de amigos decidí hacer ésto un poco más visible y que no sea solo una manera de descargarme. Abrí el blog al público donde me pueden seguir por redes sociales como Instagram o Facebook donde generalmente soy un poco más activa.
Dejo todos los links para los que decidan seguir conmigo. Y sino, fue lindo haberte cruzado.

https://www.facebook.com/girandoandoalrededordelsol/
https://www.instagram.com/x__girasol/?hl=es-la

Y acá el link nuevo donde voy a estar resubiendo cosas viejas de mi querido blogspot y otras cosas nuevas. 

https://girandoando.wordpress.com/

Gracias por leerme siempre. (:

miércoles, 17 de octubre de 2018

Correr.

Correr,
escapar,
salir.

Rehusarse a esos fantasmas,
esa lucha constante con esa voz interior
que se niega,
se resiste,
porque tiene miedo de caer.

Correr,
escapar,
salir.

Extrañar,
con cada célula de la piel,
con la intensidad de una tormenta,
con el amor incondicional de una familia.

Dolor,
por un ideal roto,
por un suceso inesperado,
por la soledad que pesa,
por el anhelo de otra realidad.

Correr,
escapar,
salir.

Llorar,
con el alma rota,
con un recuerdo vívido,
con el ansia de sanar.

viernes, 20 de abril de 2018

Stand by.

Como cuando queda eso ahí,
la vida, las situaciones, uno mismo
en el medio de la nada misma
recalculando, pensando,
observando a sus costados,
sin saber a dónde disparar.

A mitad de la ruta,
mirando hacia atrás el camino recorrido
viendo las huellas pasadas
y volviendo la vista al frente
admirando el futuro que
promete,
asusta,
ilusiona,
y es incierto.

Mentalmente hacemos una lista de cosas,
objetivos,
metas,
pero seguimos ahí
estancados sin reaccionar.
No faltan ganas,
son momentos
que no sabemos a dónde ir,
cómo hacerlo,
o qué hacer.

Esperamos...
¿Qué es exactamente lo que esperamos?
Agazapados, como adormilados
pero más alertas que nunca,
Esperamos...
Esperamos eso que nos falta,
lo que nos hace sentir vivos
esa descarga de adrenalina
esa sorpresa motivadora
ese "algo" que está ahí,
porque lo sentimos
en cada célula,
en cada rincón,
Eso está ahí.

Quizás es una manera tonta,
absurda,
una mentira piadosa,
un ego crecido,
amor por nosotros,
lo que nos hace creer
que estamos para más.

Quizás sí,
quizás haya sorpresa.
Quizás no,
quizás sigamos en stand by.

miércoles, 11 de abril de 2018

Fichas que caen.

Hoy fue uno de esos días en los que voy sacando piedras de mi mochila de angustia y voy viendo el panorama sin tanto dolor. Creo que fue el primer día en donde volví a sonreír de manera honesta cuando una ficha cayó al piso mostrándome esas cosas que hacen que sanemos de a poco.

Ojalá no hubiera sido así. Ojalá hubiera buscado otras palabras para transmitir que donde hay ganas no hay excusas. Y qué loco que lo haya dicho alguien que comparte una misma pasión: el fútbol. En realidad, lo más descabellado de todo esto es la situación: yo no estaba angustiada por tus silencios -de todas maneras, ni aún así reaccionaste en ese momento- sino que buscaba coincidir y, de nuevo, amoldarme a los planes de alguien más.

Tardé un par de horas en entender la respuesta. Cuando leí eso me pareció fuerte: cómo alguien con una pasión tan grande como el club de sus amores va a dejar de ver un partido importante por mí. Sí, esa cosa vacía que no se reconoce en el espejo y que le gustaría tener un botoncito para no sentir.

Me hizo ruido, muchísimo ruido. Cómo alguien iba a sacrificar algo que tanto le gustaba por mí que estoy rota y no se soporta a sí misma un día más así.

Automáticamente tuve un flash: débil, manipulable... Y me reí, fue una carcajada con ganas y sincera. No fue forzada. Fue natural y volví a sentirme, a ser yo por cinco minutos.

Y ahí vino ese famoso CLICK. Sí, fue por mí. Media rota, media destartalada, pero sí valgo la pena. Ahí entendí tu egoísmo, tu afán de ponerte en primer lugar. Y en poco tiempo la óptica que tenía sobre la situación cambió. Me reconocí, creí perderme en una nebulosa de sentimientos y sensaciones. Pero me ví, me pude sentir.

Hoy entiendo un poco más que ayer. Y hoy, por fin, ya no te extraño tanto.

sábado, 7 de abril de 2018

Girando ando al rededor del sol.

Voy y vengo,
de acá para allá
con días buenos que se hacen eternos
con días malos que se hacen eternos
viendo el tiempo pasar.

No paro de escuchar que necesito tiempo,
no paro de decir que "ya se va a pasar"
y me desespero en silencio por
un
vacío
que
no
puedo
llenar.

Hablan y hablan sin parar,
constantemente se siente ese murmullo
esas risas que parecen falsas
y vacías -aunque la única incompleta
suelo ser yo-
y me uno a esas cosas estúpidas,
muchas veces sin sentido
muchas veces por necesidad
de sentir algo que no sea vacío.

Llevo los ojos grises como estandarte
y la tristeza como reflejo en los espejos,
sin ver,
sin reconocer,
que ese envase soy yo.

Vivo en un letargo sin sentido,
girando sin parar
de acá para allá
de allá para acá,
esperando verme
-verte-
del otro lado del sol.

Girando ando
al rededor del sol,
girando sin parar
esperando verte del otro lado
y abrazarte una vez más.

viernes, 6 de abril de 2018

En el piso.

Es la primera vez que me animo a dormir en el piso desde que no estás. Aunque sea una siesta, desperté contracturada y con los ojos húmedos. Exactamente en el mismo lugar, de la misma manera que armábamos una cama improvisada de dos plazas. "Dame tiempo, mi amor, ya me voy a comprar el sommier" te decía, como un loro aferrado a un futuro que no llegó.

No estabas cuando me giré con los ojos cerrados imaginando tu cabello oscuro y tu espalda desnuda (que tanto me encanta) para abrazar con una sonrisa dormida pensando que era una lástima salir de aquella burbuja. No está tu olor en la funda de la almohada ni en las sábanas para torturarme con delicia pero sí están los recuerdos tan frescos como si hubiera sido ayer la última vez que dormí junto a vos.

Es inevitable el no recordar tus juegos de casino y mis niveles de Candy Crush sin poder pasar que te mal humoraban cuando pedía ayuda porque un nivel me hacía renegar. Las veces que hemos tomado trerés, los carozos de las ciruelas que un día dejaste desparramados por todos lados, Grey's Anatomy y Harry Potter en un televisor improvisado. Explícame cómo, amor mío, el piso se siente más duro sin vos y la cama vacía como mi corazón.

Las mañanas sin vos son una pesadilla. No tenes idea lo hermoso que era trabajar sabiendo que dormías en casa y que algún día por nuestras charlas ese iba a ser nuestro futuro en nuestro hogar. Con dos canes y un felino, era nuestro.

Pero la oscuridad se hizo inmensa, el piso una piedra, la cama gigante, el shampoo eterno y los recuerdos insoportables desde que no estás.

miércoles, 4 de abril de 2018

Sanar(te).

Entendí que para sanar tengo que extrañar
aunque reniegue todos los días contra eso
fuiste, sos y serás parte de mi.
Paulatinamente
verte dejará de doler,
amarte no será angustiante,
extrañarte producirá sonrisas,
recordarte generará nostalgia,
necesitarte dejará de existir.

Sanar es parte de aprender.

Entendí que no es dejarte ir,
es aprender a convivir con tu ausencia,
ser feliz con tus logros a distancia,
apoyarte en segundo plano,
reírme con tus chistes malos,
festejar tus goles en redes sociales.

Sanar es amarte sin tanta intensidad,
aceptar que elegiste un camino diferente,
poder ver tus fotos sin llorar,
y algún día volver a tomar mates
sin sentir ganas de besarte.

Sanar no sucede de un día para el otro
aunque lo anhele con necesidad
aunque quiera arrancarte de mi,
me enseñaste a amar.

Sanar es volver a conocerme,
saber que no soy la misma
porque me marcaste tanto
y hay que aprender a convivir
con esta versión de mi.

Amate,
sanate,
abrazate,
ahuyenta esos miedos,
no dejes que los fantasmas
te hieran.
Curate,
elegite de manera sana,
sin miedos,
sin prejuicios,
se libre sin egoísmos.

Siempre con vos,
siempre conmigo.

domingo, 1 de abril de 2018

Alas.

Corté los medios para llegar a vos,
y que te quede claro
ésto
no
es
por
vos.

Soy la artista principal de esta escena
y peco de egoísta,
porque me cansé de
llorar(te)
extrañar(te)
amar(te)
como si fuera mayo otra vez
-irónica la vida mi amor
falta un mes exacto para cumplir dos años
de aniversario desde que nos vimos
y se celebren mudos en recuerdos-.

Quise verte volar al sol,
cual Ícaro que es atraído por
un poder magnético sin explicación.
Quise acompañarte en el vuelo,
sintiéndome un polluelo que rompe un cascarón
pero me cortaste las alas antes de tiempo.

Aún así vuelvo a nacer
todos los días como un ave fénix
cuando decido comenzar mis días
"un día menos sin vos, un día mas conmigo"
como si fuera un mantra sanador.

No te miento,
me transmuto y creo ser yo el Ícaro
cuando te creo mi sol
escondiendome en versos catárticos
que espero no vayas a leer.

Me desnudo ante tus recuerdos,
me entrego a vos en mis sueños
y otra vez vuelvo a ser
esas alas que resurgen de las cenizas
con fuerzas para dar un aleteo
lejos
de
vos
y
cerca
de
mi.

Transformo mi tristezas en versos
para no olvidar lo que sentí
porque vos, mi reina sol,
alumbras mis días y los quemas
de la misma manera peligrosa,
siendo débil a tu calor.

viernes, 30 de marzo de 2018

Extrañándote.

Todos los días desde que apoyo el pie derecho para comenzar los días hasta que miro al techo en la oscuridad de mi habitación, te extraño.
A veces me duele el pecho, el cuerpo somatiza un fragmento de la tristeza que tengo adentro. Otra veces me río sola como una loca recordando los momentos vividos... Pero de las dos formas te extraño. Siempre lo hago.

Ojalá existiera una forma de no hacerlo. Una pócima, una pastilla, algo mágico que con un simple chasquido de dedos te saque de mi mente. El desamor es difícil, es la parte que nadie quiere sentir. Desde el momento en que acepté tu vuelta a mi vida siempre me dije lo mismo: "sé consciente de que el amor es hermoso pero el desamor te va a doler". Y acá estoy, un mes después sanando a pasos de tortuga.

Duele ver tu sonrisa por redes sociales o buscando un contacto en mi teléfono y no puedo verte ni a cinco metros mío porque después me caigo. Esa caida es dura, aplastante y abrumadora. Saber que podemos compartir el mismo espacio físico y que nuestros caminos se bifurcaron, duele y hace que te extrañe un poco más todos los días.

Extraño tu manera de ver la vida y el amor que le pones a tu cotidianidad. Tu pasión por tu carrera, por lxs pibxs y por generar un mundo mejor desde tu lugar. Extraño tu voz, cómo te reías con chistes tontos, tus burlas cuando pronunciaba tu nombre entre carcajadas de diversión por una pelea tonta que teníamos. Extraño cómo me mirabas aunque me pusieras incómoda... Vos podías estar todo un día mirándome sin decir nada, transmitiendo amor en ese hecho tan simple. Tu amor es lo que más extraño porque a pesar de tu libertad egoísta, de las palabras no dichas y los miedos que te paralizan siempre me quisiste bien.

Y aunque me sienta decepcionada y desilucionada, te extraño todos los días. Tus besos, tus abrazos que eran ese refugio en el mundo y mi lugar seguro. Me entregué sin pensarlo, te elegí sin dudarlo y no me arrepiento de haberlo hecho, pero te extraño.

Siempre con vos, siempre conmigo, siempre extrañándote.

domingo, 25 de marzo de 2018

Batallas.

Guerra no dicha,
silenciosa y traicionera.
Memorias de
bromas tontas,
risas compartidas,
juegos en la cama,
canciones románticas,
tu sonrisa y tu mirada.

Disparos de desilusión,
decepción,
ira,
cobardía y egoísmo.
Heridas punzantes
de recuerdos
en el centro del pecho.
Corazón en mano y
el último abrazo,
el último beso,
tu último te amo.

Banderas de paz.
Tratados confusos.
Todos los días te amo,
te detesto y te vuelvo a amar.
Te extraño y dejo de extrañarte
cuando me vuelvo a enojar.
Ambiguos los días,
y las noches tormentosas
sin querer soñar.
Lloro en silencio,
con un vacío en el alma
que no supiste llenar.

Batallar,
contra vos,
contra mi.
Luchar por las promesas perdidas,
las palabras no dichas,
los proyectos frustrados,
los viajes de palabra.
Pelear por mi,
conmigo y por mi.

Dejar ir el nosotras,
recordar sin dolor.
Sanar,
con desesperación.
Siempre extrañándote,
siempre con vos,
siempre conmigo.